Los restos arqueológicos hallados durante las obras de construcción de la línea de alta tensión Lousame-Tivo a su paso por Castro Valente podrían poner en entredicho el parque eólico proyectado allí. En este monte situado entre las parroquias de Santa Mariña y San Miguel de Barcala (A Estrada) y San Pedro de Carcacía y Santa María de Herbón (Padrón) está prevista la construcción de un parque eólico con cuatro aerogeneradores de 200 metros de altura y una subestación eléctrica.
Las instalaciones eólicas están colocadas estratégicamente fuera del yacimiento arqueológico de Castro Valente y de su área de protección, ya que el enclave cuenta con una protección patrimonial que afecta a un área de 200 metros desde el perímetro del recinto fortificado, sobre el que se han realizado estudios que apuntan a la existencia de un enclave singular. Los arqueólogos consideran que Castro Valente podría haber sido una fortaleza de la época altomedieval con once hectáreas de extensión y con una muralla perimetral dotada de treinta torres.
Con los indicios existentes, algunas voces ya habían cuestionado la pertinencia de situar en el entorno un parque eólico que, aunque no esté dentro del perímetro del yacimiento, podría afectar visualmente al conjunto, además de traer consigo la apertura de pistas y la realización de obras en el entorno que podrían destrozar elementos interesantes para una futura investigación más en profundidad del enclave.
Estos argumentos podrían ser interpretables, pero el nuevo hallazgo arqueológico durante las obras de izado de una de las torretas de la línea de evacuación eléctrica que atraviesa el monte podría poner en entredicho el parque de forma contundente.
Por el momento, lo único que ha trascendido es que los equipos arqueológicos que hacían el seguimiento de las obras de instalación de la línea eléctrica detectaron la presencia de una estructura de piedra al pie de una de las torretas y realizaron unas catas para ver de qué se trataba. Las catas que quedaron al descubierto en el monte muestran una especie de muro de piedra. Patrimonio ha autorizado ahora una intervención arqueológica específica para ampliar y valorar los restos descubiertos. De lo que se trata es de saber a qué época corresponden las estructuras encontradas, descubrir si podrían tener relación con el yacimiento conocido de Castro Valente y confirmar o descartar la presencia de otros restos en el entorno. Estos trabajos serán llevados a cabo por la empresa contratada para el control y seguimiento arqueológico de las obras.
Los resultados de esos estudios podrían serán determinantes para el futuro de Castro Valente, ya que, si los restos hallados se correspondiesen con una segunda muralla exterior del yacimiento, el parque eólico proyectado quedaría ahora situado dentro del recinto fortificado. De momento, todo son hipótesis.
¿Segunda muralla?
El arqueólogo Mario Pereiro, que estudió a fondo el caso de Castro Valente junto con José Carlos Sánchez en el marco del grupo Síncrisis —que lidera un proyecto de investigación arqueológica sobre las fortificaciones altomedievales gallegas denominado Castelos no aire— recomienda prudencia. «Eu non tiven acceso ao resultado desas sondaxes. Mirando as fotos ten pinta de que a estrutura se parece á da primeira muralla que coñeciamos, que ten forma de ril e está completamente cerrada. Esta podería ser unha segunda muralla. Ten pinta de ser parte do sistema defensivo da fortificación, pero, en arqueoloxía, ata que non se escave e non haxa evidencias non se pode aventurar nada. Sería unha hipótese de bar», explica el investigador. «Temos que confiar nos compañeiros e esperar a ver que resultados se van obtendo», dice Mario Pereiro.
Una inscripción que pudo estar en la fachada de una vieja capilla
El arqueólogo Mario Pereiro quiso romper una lanza por los arqueólogos que trabajan a pie de campo vigilando las obras de construcción, en este caso de la línea eléctrica Tivo-Lousame. «O que se descubriu, descubriuse grazas a que había unha empresa facendo un control arqueolóxico. Gustaríame poñer en valor ese traballo gris da arqueoloxía a pé de obra. Aquí é moi rechamante porque se atopou unha muralla. Outras veces son cousas menores, pero é un traballo moi importante que moitas veces non se recoñece», dijo.
Pereiro consideró «moi interesante» el hallazgo realizado, que todavía habrá que estudiar para poder datar e interpretar. No obstante, destacó que también sería de gran interés abrir una nueva fase de investigación arqueológica dentro del recinto amurallado ya protegido, donde hay aún muchas incógnitas que resolver.
Es necesario buscar más indicios para descifrar si Castro Valente pudo ser una fortaleza dependiente de Iria Flavia para hacer frente a la llegada de los suevos. También sería interesante indagar sobre la fuente y la capilla de San Xoán que la tradición oral sitúa en la cima del monte, como epicentro de una romería muy concurrida en su época. En este sentido, una fuente situada hoy al pie de la muralla cuenta con una piedra labrada con un texto en latín que pudo ser el dintel de la puerta de la antigua capilla, que fue trasladada al pie de la carretera.
«Sería moi interesante unha segunda escavación arriba para ir acumulando información sobre un xacemento que non ten paralelos en Galicia nin no noroeste peninsular. Imos ver se hai posibilidade de iniciala a través do Concello de Padrón. Parece que hai vontade», dice el arqueólogo.
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